En países en vías de desarrollo es común encontrar problemas referentes a la falta de equipo médico para salvar vidas. En este caso, las incubadoras pueden costar alrededor de $30,000, precio inaccesible si alguno de estos aparatos fallase en dichos lugares.

Pensando en esto, un equipo de diseñadores se las ingenió para producir una incubadora que está construida a base de partes sobrantes de autos destruidos.

Utilizando luces delanteras, filtros de aire, filamentos y otros elementos, este equipo pudo construir una incubadora que en un futuro próximo podría resultar en un proyecto implementado para facilitar equipo médico a aquellos lugares donde la tecnología de punta no está disponible.

Se trata de un concepto que involucra ayuda humanitaria, reciclaje, ingenio y muchas ganas de dar opciones en favor de las vidas de aquellos que carecen de recursos para el cuidado de los recién nacidos. Digno de admiración.

Fuente: gizmodo