El presidente de Toshiba, Hisao Tanaka renunció hoy a su cargo tras descubrirse que las cuentas de la compañía habían sido falseadas durante seis años. En dicho periodo y bajo la dirección de Tanaka, Toshiba habría llegado a inflar sus beneficios operativos en unos 1,200 millones de dólares. Junto a él han dimitido sus dos predecesores y la compañía ha anunciado la renovación del equipo directivo.

El destape de este escándalo se dio gracias a un informe realizado por expertos independientes donde se denunciaba un conjunto de prácticas ilegales aprobadas por la alta dirección con el fin de ocultar costes y aumentar beneficios. Según el informe, el fraude contable inició en 2008, año que coincidió con la crisis financiara internacional que "obligó" a los ejecutivos de la compañía maquillar las cuentas para que pareciera que Toshiba sí llegaba a sus objetivos. Así, la presión por llegar a las metas en un panorama complicado hizo que esta práctica sea recurrente.

"En Toshiba había una cultura corporativa que no permitía ir en contra de los deseos de los superiores. Cuando la alta dirección presentaba las metas, los cargos medios llevaban a cabo prácticas contables inapropiadas para cumplir estos objetivos" indica el documento. Cabe señalar que Tanaka negó haber dado la orden de manipular la contabilidad, pero no puso en duda los resultados del informe independiente y dijo que los nuevos gestores "deberán tomar medidas preventivas al respecto".

Tras esta dimisión, Masashi Muromachi tomará el puesto de Hisao Tanaka. Por ahora la principal labor Muromachi será trabajar en la conformación de un nuevo equipo directivo para Toshiba.

Fuente: Blomberg