Para los estadounidenses, el anuncio de la muerte de Osama Bin Laden evoca una serie de fuertes emociones, quizá algo de reflexión y miedo a la vez, ya que se plantean muchas preguntas.

A Osama Bin Laden siempre lo nombran cuando quieren dar un ejemplo de terrorismo, y los asesinatos de poderosos líderes terroristas han tenido un impacto psicológico inmediato. Pero en muchos casos, la muerte del líder de la insurgencia está lejos de acabar con la insurgencia en conjunto. En algunos casos, su muerte incluso fortalece la lucha.

"Eso es porque los grupos terroristas como Al-Qaeda tienden a reunirse alrededor de una idea o principio", dijo John McManus, un historiador militar en la Universidad de Missouri de Ciencia y Tecnología. "La única manera de lograr que realmente un movimiento deje de existir es desmantelando su estructura organizativa. Matar a personas clave es sólo una parte de la solución".

"No puedo pensar en un ejemplo donde se mata al líder y se termina una insurgencia", dijo McManus. "Por lo general, se trata de un recorrido mucho más largo. Acaban de perder fuerza con el tiempo. El reclutamiento y la financiación comienzan a revolotearse."

"Lamentablemente, no es una historia limpia", agregó. "Es una zona gris en una zona gris. Así es como funciona."

"Tal vez un parecido a Osama Bin Laden fue Emilio Aguinaldo, quien dirigió las Filipinas en una revolución al estilo de guerrilla contra los Estados Unidos alrededor del siglo 20", dijo McManus. "Las tropas estadounidenses capturaron a Aguinaldo en 1901, fue un importante revés para la insurgencia y demostró ser un momento crucial en la lucha. Sin embargo, la guerra continuó durante años."

En cuanto a lo que se puede esperar, no hya respuesta. Nunca ha habido un grupo exactamente igual que Al-Qaeda, pero es de imaginarse que todo seguirá igual, no habrá diferencia.

Fuente: Discovery News