Zacarias Pacheco de Moraes, un hombre de 81 años de edad, fue disparado en la cara, pero gracias a su dentadura postiza que desvió la bala, pudo salvar su vida.

Moraes fue disparado mientras atendía en su bar en Alta Floresta, Brasil. Según las autoridades locales, la bala estaba apuntada hacia su cerebro, pero esta llegó primero a su dentadura postiza. Así que en vez de perforar su cerebro, prefirió cambiar su curso gracias al impacto en la dentadura postiza, para luego dirigirse a su garganta.

Ahora Pacheco ya se encuentra en condición estable, a pesar que podría perder parte de la visión. La bala todavía se encuentra alojada en su garganta, pues es muy peligroso sacarla de ahí en estos momentos.

Fuente: gizmodo