Quienes hemos fundado empresas, sabemos que, al inicio, sobre todo los dos primeros años, suelen ser la prueba de fuego para determinar si un negocio prosperará o si debemos ver otras alternativas incorporando a lo nuevo la experiencia aprendida.

Conocemos las historias de grandes empresas que iniciaron en un garaje: HP, Google, Microsoft, Apple (aunque algunos afirman que esto no fue exactamente así). También conocemos la sensación de no ser comprendidos cuando tenemos una idea disruptiva o innovadora por parecer algo imposible en el momento en que la compartimos con personas de confianza.

La historia de Android

Hoy, 23 de septiembre, Android cumple 10 años entre nosotros. En el año 2008 vimos su primera versión estable, por eso, recordamos la historia de Andy Rubin, creador del sistema operativo Android, que tiene relación con lo anterior, si bien no hay un garaje en ella, sí hay momentos de incomprensión y desconfianza por parte de su entorno respecto a la visión que él tenía: un sistema operativo para dispositivos móviles. También pasó por momentos de dificultad económica, como veremos más adelante.

Al inicio, Android sólo era la idea de Andy Rubin; él quería un sistema operativo para cámaras digitales, pero no llegó a ser una idea tan popular entre las personas que podían invertir en el proyecto. Andy se dio cuenta de que su idea tenía más potencial que sólo la implementación en cámaras digitales, por lo que quería un sistema operativo de código abierto para que sea modificado por cualquier persona según sus necesidades.

Esta idea tampoco generaba confianza entre quienes podían invertir en ella; en ese tiempo, Nokia tenía su sistema Symbian y Microsoft su Windows Mobile. Andy, según cálculos realizados, debía vender por lo menos un millón de unidades producidas para cubrir los gastos.

Las deudas aumentaron y tanto Andy como sus socios Rich Miner, Nick Sears y Chris White no podían pagar el alquiler de la oficina, fue entonces cuando Andy llamó a su amigo Steve Perlman, con quien trabajó en Apple, pidiéndole un préstamo con un poco de reparo y prisa. Steve retiró $10.000 USD y posteriormente le brindó más a Andy para que su proyecto no continúe en esa situación.

Esto permitió que el equipo de Android continuara con sus esfuerzos y obtuvieron financiamiento de nuevas personas. Su nueva oficina estuvo cerca a Google y fue justamente Google la empresa que compró Android Inc. en más de 50 millones de dólares.

Hoy sabemos que Android está presente en más del 80% de los smartphones y también vemos que los emprendimientos de éxito requieren de pasión, dedicación y determinación.