Microsoft no se puede dar el lujo de cometer errores con su nueva consola de videojuegos, la Xbox One, luego de que ésta fuera ampliamente criticada por las medidas restrictivas impuestas hacia los juegos de segunda mano, o por su 'necesaria' conexión a Internet.

Y por ello, uno de los principales aciertos de la compañía de Redmond habría sido no permitir que se repitiera el error sufrido con los primeros ejemplares de la Xbox 360, conocido como 'el anillo rojo de la muerte'.

Como ustedes recordarán, este famoso 'anillo rojo de la muerte' hacía que la Xbox 360 quedara completamente inutilizable por un fallo en su fabricación, que finalmente le costó a Microsoft, aparte de un severo daño a su imagen, una cuantiosa suma de dinero.

Entonces, esta vez, lo que quiere Microsoft con la Xbox One es que la experiencia de los usuarios sea la mejor y sin ningún problema. O al menos no repetir los errores del pasado. Por esa razón, según la información que recoge Digital Foundry, proveniente de 'fuentes altamente confiables', la Xbox One ha sido diseñada para permanecer encendida por diez años continuos sin contratiempo alguno, debido a una mayor cantidad de espacio disponible para la dispersión del calor dentro de la consola. ¿Será cierto?

Por el bien de los usuarios, esperemos que así sea, aunque mejor no los animo a aceptar el reto de dejar su consola Xbox One encendida por una década, para comprobarlo.

En todo caso, lo que sí se podrá comprobar es qué tanto se reduce el ruido de la consola durante el tiempo que está encendida, ya que se ha dicho que hasta podría ser imperceptible para el usuario, a excepción del momento en que se está jugando, que es cuando el procesador pondrá a prueba todo su potencial.

Fuente: MCV