Este año veremos a las dos nuevas consolas que tanto hemos estado esperando: la Xbox 720 y la PlayStation 4. Incluso, tras el anuncio de un evento de Sony para este 20 de febrero, se especula que podríamos ver a la PS4 ese mismo día, así que los gamers deben estar muy emocionados con la cercanía de la fecha.

Sin embargo, cualquier optimismo por ver una de estas consolas podría quedar por los suelos, si es que las compañías fabricantes comienzan a implementar tecnologías que reduzcan las posibilidades de juego en las consolas. Por ejemplo, un caso así sería el de Microsoft, que, aparentemente, integraría un sistema en la próxima Xbox que no va a permitir que se pueda jugar sin tener la consola conectada a Internet. ¿Se imaginan el golpe que eso significaría para nosotros?

En fin, la razón que tendría Microsoft para implementar este sistema recae en mencionar que la experiencia de la Xbox se vive mejor en el modo online, ya que de esta manera el usuario podrá disfrutar de todas las características sociales que incorporaría la nueva consola. ¿Pero qué pasa con los usuarios que no tienen conexión a Internet en sus casas, o que llevan su Xbox 720 a la casa de campo de uno de sus amigos (sin Internet) para jugar? ¿Acaso los de Microsoft los abandonarían? Esperemos que no.

Pero eso no es todo. Aún falta más. Es que los rumores indican que, además de requerir conexión a Internet para jugar, los juegos en formato físico para la Xbox 720 se venderán como Blue-ray de 50 GB, y cada disco contendrá un código único de activación, que actuará de tal manera que, cuando el primer usuario inserta el disco en su consola, este queda ligado a ese hardware, sin posibilidad de poder ser utilizado en otra consola. Es decir, un ataque directo al negocio de la venta de juegos de segunda mano.

¿Qué tal les suena todo eso? Personalmente, espero que ni Microsoft ni Sony (de la que ya se ha dicho algo parecido anteriormente) empleen estos sistemas en sus consolas de próxima generación.

Fuente: TechnoBuffalo