Es fácil quedarse pensativo y darle muchas vueltas al asunto cuando es hora de tomar una gran decisión, más que todo por todo lo que sucederá luego de esa toma de rumbo. Es por eso que tener un método para afrontar estos dilemas y simplificar la toma de decisiones puede sacarnos de más de un apuro. Aquí te mostraremos cómo.

En ocasiones, las grandes decisiones parecen muy difíciles de tomar. ¿Qué carrera debería seguir? ¿Es tiempo de empezar a formar mi propia familia? ¿Cómo puedo cuidar mejor a ese pariente de la tercera edad? Y la lista continúa.

En esta ocasión, y gracias al sitio The Dumb Little Man blog, te damos 10 consejos para hacer la toma de decisiones menos problemáticas. Algunos de los consejos ayudan a quitar la presión, por ejemplo, reconocer que una decisión es reversible y tener en cuenta que una decisión no va a destruir el universo, ni tampoco va a generar uno nuevo. Sin más preámbulos, vamos con los consejos:

1. Libérate de las deudas

El dinero estará presente en la mayoría de decisiones que tengas que tomar. Si no tienes una deuda, podrás poner menor énfasis en el aspecto financiero de tu decisión.

2. No preguntes a todos qué es lo que debes hacer

Si preguntas a 5 personas para que te den su opinión, te encontrarás con 5 respuestas diferentes. Todas esas respuestas sólo crearán mayor confusión y le darás más vuelta a ese asunto. En su lugar, consulta con las personas que estén directamente afectadas por tu decisión y deja que todos sepan lo que has resuelto, con confianza.

3. Lo mejor y lo peor

¿Cuál es la mejor parte y la peor parte de cada una de esas decisiones? ¿Vale la pena en verdad colocar lo mejor sobre lo peor de estas decisiones?

4. La reacción inmediata

Es posible que te tome tiempo en llegar a una decisión, pero cuando llegue el momento de la elección, tu corazón, intuición ó reflejo te dará una respuesta inmediata. Anótala. Esa respuesta escrita podría ser la solución que más importa.

5. Valora tus opciones

Si ves tus elecciones como una carga o un fastidio, es muy posible que no vayas a tomar la decisión correcta. Una vez que te des cuenta de qué afortunado eres de tener opciones para elegir, podrás actuar mejor. Recuerda la frase: "Me quejaba de no tener zapatos hasta que vi a alguien que no tenía pies."

6. Considera la opción de desistir

¿Qué pasa si te retractas? Reconocer que algo es reversible puede hacer más fácil tomar ese gran salto.

7. Relájate

Es muy posible que esa gran decisión que vayas a tomar no vaya a destruir el mundo ni a salvarlo tampoco. Deja el drama a un lado y considera los hechos. Cree en ti mismo. Si no puedes tomar todavía tu decisión, regresa al paso #4.

8. Considera la tercera opción

Casi siempre terminamos poniéndonos entre la espada y la pared. ¿Por qué no considerar una tercera opción? No es bueno ser tan radical.

9. Enjuague y repita

¿Recuerdas aquella excelente decisión que hiciste? ¿Por qué no hacerla nuevamente?

10. Cree en lo que elijas

Una vez que tomado tu decisión, cree en ella. Cree en que has tomado la mejor decisión posible en ese momento y sigue avanzando. Deja de preguntarte el "¿y qué hubiese pasado si?" y sácale todo el provecho a esta nueva oportunidad que te acabas de dar.

Esperamos que estos consejos te puedan ayudar a tomar las mejores decisiones en tu vida. Recuerda tomarte tu tiempo y no apurar las cosas, de esa manera podrás ver las cosas más claras. Y buena suerte.