El pasado 17 de julio, un delincuente ingresó a la casa del fallecido cofundador de Apple, Steve Jobs, y se llevó objetos, entre computadoras y demás dispositivos tecnológicos, que en conjunto llegaban a sumar más de US$60,000.

El sospechoso de aquel robo en la casa de Steve Jobs, Kariem McFarlin, de 35 años de edad, ya ha sido capturado por la Policía de Palo Alto, California, donde se encuentra la casa del ex CEO de Apple. Tras su arresto, que se produjo el 2 de agosto, el fiscal de Santa Clara, Scott Tsui, comentó que el robo no había sido hecho con conocimientos de que la casa era de Steve Jobs, sino que se trató, simplemente, de un robo aleatorio, que le pudo suceder a cualquier vecino de Palo Alto.

'No tenemos ninguna evidencia para demostrar que su casa (de Steve Jobs) era un objetivo. Todo lo que sabemos es que fue un robo aleatorio que le pudo pasar a cualquiera', señaló Tsui.