PRISM, el sistema de espionaje electrónico de Estados Unidos, continúa generando consecuencias que el gobierno americano debe sortear de la mejor manera, si no quiere que sus relaciones con otros países se vean deterioradas. Sobre todo, aquellas que lo vinculen con los países de la Unión Europea, una comunidad que se ha mostrado muy preocupada por los alcances que haya podido tener PRISM en contra de ellos.

Una muestra de ello es la reciente decisión tomada por el Parlamento Europeo, que con 483 votos a favor y 98 en contra, plantea suspender dos programas de intercambio de datos con Estados Unidos, si el gobierno estadounidense no 'cancela ni revisa' los programas que ejecuta, y que van en contra de 'los derechos fundamentales de los ciudadanos de Unión Europea'.

Los dos programas de intercambio de datos que serían suspendidos por Europa son el Programa de Rastreo de Financiación Terrorista (TFTP) y el de Registro de Nombres de Pasajeros (PNR). Estos dos programas, que arrancaron luego del atentado terrorista del 11 de setiembre 2001, recolectan información sobre la banca y el registro de viajes de los ciudadanos. Por esa razón, La Unión Europea busca saber, exactamente, cómo ha sido utilizada esta información por el estado norteamericano, y si encuentra que ha habido una vulnerabilidad en los derechos de los ciudadanos europeos, procederá a cancelarlos.

Todo esto, como dije al principio, responde a la preocupación de Europa sobre la transparencia que puede tener Estados Unidos, luego de que fuera filtrado el programa de espionaje electrónico PRISM por Edward Snowden, ex contratista de la NSA, y en el que entre los afectados también estarían los ciudadanos europeos.

Fuente: VentureBeat