Imagino que muchos de ustedes pudieron ver el evento de presentación de la PlayStation 4, en febrero de este año, ¿no es cierto? Y aunque en aquella oportunidad no se pudo conocer a la consola en sí, la compañía japonesa sí compartió algunos detalles con el público. Como por ejemplo, que la PS4 utilizará un procesador con arquitectura x86.

Esto, por supuesto, llevó a que muchos se preguntaran qué sucedió con el procesador de la PS3, el chip CELL, o, en todo caso, ¿qué hizo que Sony lo dejara de lado para utilizar uno de arquitectura x86 en su próxima consola de videojuegos? La respuesta, felizmente, ya ha sido compartida por Sony, a través de Mark Cerny, quien, en resumen, ha señalado que el cambio se debe a que quieren hacerle la vida más fácil a los desarrolladores.

Es que, si bien es cierto, el procesador CELL con sus ocho núcleos hacía que la PS3 sea una máquina poderosa, muchos desarrolladores encontraban que escribir código para esta consola era muy complicado, y por lo tanto, era muy difícil hacer uso completo del potencial del chip.

Entonces, con este nuevo hardware en la PlayStation 4, los desarrolladores ya no tendrán que invertir mucho tiempo en estudiar la consola para sacar títulos de videojuegos de calidad, sino que se sentirán más cómodos utilizando un hardware que les es familiar, tanto en términos de CPU como en gráficas, según explicó Cerny.

Como ustedes sabrán, la GPU y la CPU en la PS4 están integradas en un mismo chip de AMD, mientras que la memoria aparte accede a la RAM por medio de un bus de 256-bit a 176 GB/s, con lo que los cuellos de botella desaparecen. Cerny cuenta que, por eso, la estrategia de Sony era simplemente utilizar una memoria GDDR5 de 8 GB y asegurarse de que tuviera un buen ancho de banda.

¿Qué les parece, hasta ahora, todo lo que se dice de la PS4? ¿La comprarán? ¿O quizás prefieren esperar a ver qué ofrece Microsoft en la nueva Xbox 720, este 21 de mayo?

Fuente: TechSpot