Todos lo veían, pero Microsoft no quería ver más allá de lo evidente. Al menos no de forma pública. Es que luego de que Steve Ballmer creara entusiasmo entre los consumidores al presentar al mundo la tablet Surface, se creó  también un gran signo de interrogación entre los fabricantes de tablets basadas en Windows 8, ya que no entendían cómo ni por qué Microsoft se lanzaba a competir contra ellos, sus socios.

Por esa razón, Microsoft tuvo que salir al frente a decir que su intención con el lanzamiento de Surface era para que el público consumidor pueda tener un interés mayor en Windows 8 y las tablets Windows RT, pero lo cierto es que esa explicación no fue masticada por sus socios OEM (fabricantes de equipamiento original).

Pero, en ningún momento Microsoft admitió que el lanzamiento de Surface iba a representar un riesgo para su relación con los OEM's, por más que ya varios sus aliados, como HP o Acer, se habían manifestado en contra de su actitud con Surface.

Sin embargo, esta situación ha cambiado luego de que The New York Times obtuviera el reporte anual de Microsoft a la Comisión de la Bolsa y Valores, en el que los de Redmond admiten, por fin, que Surface podría generarle problemas con sus socios de Windows en la industria de PC's.

Aunque de manera escueta, en la página 14 del mencionado documento de más de 100, se lee que 'nuestros dispositivos Surface competirán con los productos hechos por nuestros socios OEM, lo que podría afectar su compromiso con nuestra plataforma'. ¿Qué les parece?

No hay duda que competir con tus propios clientes es un tema muy delicado, y eso se deja ver en el hermetismo que ha tenido Microsoft al momento de responder las preguntas de la prensa, con respecto a lo que significa Surface en su relación con sus socios. En todo caso, ya lo han admitido, y seguro que ya están buscando la forma de calmar los ánimos entre ellos.

¿Consideras que Surface puede ser la manzana de la discordia entre Microsoft y sus socios OEM's, que termine por desencadenar un alejamiento definitivo de una de las partes?

Fuente: The New York Times