Acepto que soy un mentiroso, y quizás eso me convierte en una persona honesta al mismo tiempo. Lo que pasa es que cuando digo mentiras, yo mismo me encargo de descubrirlas y creo que eso no es algo que haga comúnmente una persona que miente, ¿no es cierto?

En fin, para evitar decir mentiras, en todo caso, dos investigadores de Estonia han descubierto una especie de fórmula para que no haya más personas que dicen mentiras por doquier. ¿En qué consiste su método para erradicar a los mentirosos? Pues en pulsos magnéticos dirigidos a una parte de nuestro cerebro, ubicada en la corteza prefrontal dorsolateral.

Los investigadores Inga Karton y Tails Bachmann hicieron su estudio en una muestra muy pequeña de personas (apenas 16 voluntarios), y encontraron que aquellos a los que les estimulaban el lado izquierdo de la zona del cerebro mencionada, mentían con más frecuencia que aquellos a los que les daban pulsos magnéticos del lado derecho.

En fin, creo que los mentirosos siempre seremos mentirosos, con o sin pulsos magnéticos. Creo que nada va a impedir con una eficiencia al cien por ciento que digamos mentiras, a excepción de nuestras propias ganas de querer decir siempre la verdad.

Fuente: Dvice