El estudio, que estuvo dirigido por la profesora de la Universidad de Sheffield, Claire Lewis, consistía en camuflar un virus que ataque al tumor cancerígeno, a fin de que no pueda ser eliminado o contrarrestado por los glóbulos blancos. Es decir, un virus que ingresa al organismo de manera escondida, como en un caballo de Troya.

¿Cómo lo lograron? Los científicos extrajeron las células macrófagas del sistema inmunológico de los ratones con cáncer de próstata para que, en ellas, puedan camuflar el virus como si fueran glóbulos blancos. Una vez hecho eso, les inyectaron a los ratones los glóbulos blancos 'troyanos', que contenían en su interior un virus que se reproduciría cuando llegue a la zona del tumor con cáncer. Este paso del proceso se llevó a cabo dos días después de que se les hiciera una quimioterapia a los ratones, justo en el tiempo en el que los leucocitos aumentan para paliar los daños sufridos por este tratamiento.

Entonces, a los 40 días de haber realizado el experimento, se observó el siguiente resultado: los ratones que tenían cáncer de próstata, ya no presentaban ningún tumor, puesto que los virus habían aumentado de tal manera, que pudieron erradicar por completo las células cancerígenas. Eso llevó a que los ratones pudieran estar curados completamente, mientras que, los ratones tratados con otro tipo de procesos, murieron a causa del cáncer.

Sin embargo, y a pesar de todo el entusiasmo generado por los resultados de estas pruebas, no se puede estar seguros de que su éxito también pueda verse en el caso de los seres humanos, ya que, en varias ocasiones, los experimentos con animales no surten las mismas consecuencias en nosotros. Pero no hay que perder la esperanza de que sí se pueda, cuando las pruebas en personas inicien el próximo año.

Fuente: io9