Las cosas cambian por alguna razón, ya sea buena o mala, pero siempre cambian y hay que estar preparados para eso. Y cuando Microsoft decidió cambiar la apariencia de Windows en la versión Vista, al darle ese toque transparente a los bordes de las ventanas con Aero Glass, me pareció una buena idea.

Por eso, aplaudí cuando Microsoft siguió con ese estilo en Windows 7 y pensé que la versión de escritorio de Windows 8 también continuaría con la apariencia que brindaba Aero Glass. Sin embargo, ahora sabemos que no será así, y siento que voy a extrañar esa apariencia cristalizada de las ventanas, tanto que tal vez sea una razón suficiente como para tomar la decisión de volver a Windows 7 y no dejar de usar ese sistema operativo.

'Al final, decidimos llevar a la versión de escritorio más cerca del estilo Metro, preservando la compatibilidad de no cambiar el tamaño de las ventanas cromadas, controles o la interfaz de usuario del sistema. Nos hemos alejado de Aero Glass, con superficies planas, quitando reflejos y eliminando gradientes distractoras. Queremos que las ventanas del escritorio sigan sintiéndose livianas y espaciosas, y queremos que el estilo cromado no sea un objeto distractor del contenido de la aplicación', señala Microsoft en un post.

En fin, ¿qué piensan ustedes? Si es que estaban acostumbrados y les gustaba la transparencia que otorgaba Aero Glass, seguro que van a extrañar la interfaz de Windows 7, pero si es que eran de las personas que se sentían incómodas con esas ventanas que dejaban ver lo que había detrás de ellas, entonces van a recibir con agrado esta vuelta de Microsoft a los colores sólidos. Aunque una mejor solución, según mi parecer, hubiera sido que Microsoft nos deje la opción de elegir si queremos o no utilizar Aero Glass en la versión de escritorio de Windows 8, así como lo hace en el actual sistema operativo, ya que uno puede activar o desactivar la apariencia de Aero Glass, dependiendo de nuestra comodidad.

Fuente: Tech Spot