Intentar sacar provecho de una tragedia es lo peor que se puede hacer. Y aunque no exista la certeza de que Uber intentó hacerlo durante el fatídico secuestro en Sidney, Australia, las críticas a la aplicación no han dejado de caer.

Lo que ocurrió es que, mientras un terrorista mantenía como rehenes a varias personas dentro de un café, en Sidney, los usuarios de la aplicación que se encontraban en las inmediaciones y que abordaron las unidades de Uber con el fin de alejarse del perímetro, se dieron con la sorpresa de que las tarifas habían sido alzadas sorpresivamente, hasta llegar a cuadruplicarse en su valor, según los diferentes reportes.

Así, el monto mínimo de un viaje en cualquier unidad de Uber pasaba a costar 100 dólares australianos, lo cual no cayó nada bien entre los usuarios.

En su defensa, Uber señala que los precios se incrementaron de manera automática, debido a la demanda que había y a las pocas unidades que tenía en ese lugar, por lo que, con el alza de precios, solo se buscaba atraer a más de sus conductores al área para poder satisfacer la necesidad de los usuarios.

Sin embargo, las críticas a través de las redes sociales no tardaron en aparecer, y en respuesta a ello, Uber decidió devolver el importe pagado a los usuarios que se vieron afectados, así como ofrecer traslados gratuitos desde las inmediaciones del lugar donde ocurrió el secuestro. ¿Habrá sido demasiado tarde para una medida de ese tipo?

Fuente: TheVerge