En junio del 2007 empezó un juicio de la RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos) contra una mujer de 32 años llamada Jammie Thomas-Rasset, donde le indicaban que debía pagar 9,250 dólares por cada una de las 24 canciones descargadas en Kazaa, ella aceptó la sentencia, pero lo más curioso es que ahora tendrá que pagar un total de 1 millón 920,000 mil dólares.

Increíble y absurdo, hay alguien en su sano juicio que pueda pagar esa cantidad por compartir canciones, que tal taradez de la RIAA, sin duda las compañías musicales están desconectadas de la realidad, increíblemente inaudito.

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