Samsung no quiere empezar un nuevo año arrastrando el gran problema que tuvo este 2016: el Galaxy Note 7. Por ello, ha tomado una extrema medida para desaparecer cualquier vestigio que aún quede de este dispositivo en Estados Unidos.

Es que, luego de que Samsung hiciera el llamado para que los usuarios del Note 7 devuelvan su dispositivo por tener problemas con la batería, todavía hay algunos usuarios que han hecho caso omiso a ese pedido y continúan usando su equipo, arriesgándose a sufrir alguna quemadura por culpa de una inusitada explosión.

Entonces, para evitar futuros problemas, Samsung ha decidido deshabilitar por completo la carga del Galaxy Note 7 a través de una actualización de software, con el fin de que este dispositivo quede inutilizable.

Esta medida, que se aplicará a partir del 15 de diciembre, tiene como objetivo eliminar por completo los Galaxy Note 7 que aún quedan entre los usuarios, y los anima a cambiar sus equipos por otro cuanto antes.

Fuente: TheVerge