Esto nos enseña a apreciar las cosas buenas que nos da la vida. Está bien, me he copiado la frase de Enjuto Mojamuto cuando se le fue el Internet. De todos modos, lo que quería decir era que algunos niños no pueden ir a la escuela, mientras otros hacen todo lo posible por no ir y no saben aprovechar la oportunidad.

Afortunadamente, Lyndon Baty de 15 años de edad ahora puede ir a la escuela gracias a un robot. Bueno, en realidad él no puede ir, pero es como si estuviera yendo. El que va es el robot, pero le permite a Lyndon tener la experiencia o no perder las clases de la escuela.

Sucede que Lyndon no puede ir a la escuela porque tiene una enfermedad del riñón poliquístico, aunque él desea ir y así aprender, reír con sus compañeros y hacer preguntas en clase, pero ya les dije que ahora Lyndon gracias al robot VGO se le ha cumplido el sueño de asistir (aunque no físicamente).

El muchacho controla el robot desde su habitación, lo hace con un software personalizado instalado en su computadora portátil. De este modo puede interactuar con sus compañeros y profesores a través de su webcam y micrófono. El único problema que tiene Lyndon es que el robot no tiene brazos, por lo que constantemente tiene que pedir a las personas que abran las puertas para él.

Por cierto, debo decirles que El VGO cuesta alrededor de $ 6.000. Puede ser un poco caro, pero nada se compara a ver a un niño feliz, ¿verdad?

Fuente: Geek