Uno creería que cuando alguien desaperece de este mundo se va dejando atrás solo sus pertenencias materiales, pero no es solo eso, sino que ahora también dejan atrás toda una herencia digital. Precisamente por esa razón muchas personas en Reino Unido están optando por colocar sus contraseñas de servicios en línea en sus testamentos, para que cuando mueran sus familiares y seres cercanos puedan hacerse cargo de todas sus pertenencias virtuales, ya sea colecciones de libros, música y películas en línea.

Además de ello, también están colocando dentro de su legado sus contraseñas de redes sociales, como Facebook. Ello es realizado para que una vez que la persona muera no haya gente que se dedique a comentar negativamente sobre la persona fallecida y su página se convierta en un lugar de discusiones y abuso.

Pienso que un claro ejemplo práctico sería el siguiente: imaginen que antes de morir, ustedes le diesen acceso a su cuarto a todos sus conocidos. Seguramente muchos irían a visitar este lugar después de fallecido el dueño del cuarto, pero no faltaría quien haga mal uso del lugar y empiece a escribir mensajes ofensivos en las paredes. Por ello sería mejor dejar la contraseña (la llave del cuarto) al cuidado de los padres o familiares y así se mantenga ordenado el cuarto del difunto.

Bueno, después de haber hablado sobre esta noticia, creo que yo también alistaré mi lista de contraseñas dentro de mi testamento para que mis familiares se hagan cargo de mis pertenencias virtuales cuando ya no esté en este mundo. Seguro ellos lo cuidarán de la misma manera que yo lo hice, perdón, lo hago ahora. Ya estoy hablando como fenecido, mejor no sigo.

Fuente: telegraph