Parece que se tiene una buena noticia para los que gustan de ver televisión. Teniendo como fin proteger al usuario en la compra y evitar sorpresas desagradables, la regulación australiana tomo la decisión de prohibir a los fabricantes ponerle la etiqueta de WiFi ready a los televisores.

Sucede que los nuevos modelos de TV empiezan a ofrecer conectividad inalámbrica de serie, no obstante, en el mercado se encuentran muchos modelos que requieren de un adaptador adicional (aquel adaptador se vende por separado).

Los modelos de TV de los que estamos hablando son los llamados modelos WiFi ready, una gama que promete al usuario conectividad inalámbrica, pero sucede que en muchos casos no se le informa correctamente al usuario que necesita un adaptador externo o que el modelo le permitirá conectarse directamente a la red inalámbrica que tiene en casa.

Lamentablemente la práctica es realizada por muchos fabricantes, por eso la regulación australiana tomo la decisión de prohibir la etiqueta y proteger al usuario de una compra sin la información necesaria sobre la conectividad.

Fuente: Smh