Si estás emocionado con la nueva ola de teléfonos 4G que permiten un mayor ancho de banda, es muy posible que ya estés pensando en tu próxima compra. En ese caso te recomendamos guardar tus ahorros para después, puesto que todavía se trata de tecnología muy nueva.

La mayoría de personas quiere estos teléfonos por su asombrosa velocidad de conexión, pero hay algunos aspectos a considerar, que hacen de la compra de un teléfono 4G en estos días, una inversión no tan acertada.

Tengamos en cuenta por ejemplo, que las redes 4G consumen mucho más energía de la batería que con redes 3G. Para compensar esto, es que los teléfonos de ahora vienen con baterías de más capacidad para compensar este contratiempo, lo que hace al producto final más pesado y grande.

Incluso si se toma por el lado de la conexión de redes 4G, la diferencia en velocidades no es tan enorme como para justificar su precio.

Así que será mas sabio esperar a la segunda generación de dispositivos 4G, donde también se encuentre el servicio en un nivel mejor implementado, y con mejores tarifas para los usuarios.

Fuente: lifehacker