Recuerdo que cuando era niño, cada vez que volvía con mi familia de un paseo, lo primero que hacíamos era llevar el rollo fotográfico al centro de revelado para luego poder ver las fotografías en papel, que usualmente era Kodak.

Como es lógico, esos tiempos ya han quedado bastante atrás, pues ya casi nadie (creo) utiliza cámaras con rollos fotográficos, ya que actualmente todas las fotos que tomamos son en formato digital. Y ese paso no solo ha cambiado nuestras vidas, sino también la de las empresas, como la de Kodak, que estaría a punto de entrar al proceso de bancarrota, al acogerse al famoso "Capítulo 11" de las leyes de Estados Unidos, que implica una completa reestructuración de la compañía que, por tantos años, acogió nuestros recuerdos.

Es la última esperanza que tiene Kodak para, al menos, lograr salvar su nombre de la desaparición, que, lastimosamente, parece inminente.

Actualmente, Kodak y sus 19 mil empleados se encuentran en negociaciones con acreedores para poder obtener un financiamiento de 1,000 millones de dólares, que le permita sobrevivir por todo el proceso de bancarrota. Una vez que el proceso culmine, es posible que Kodak deba subastar sus 1,100 patentes, lo cual no es lo peor, sino que, además, tendrá que retirar su nombre de la Bolsa de Valores de Nueva York, porque no ha logrado elevar el valor de sus acciones a una cantidad mayor a la del dólar por treinta días consecutivos.

Es un momento Kodak del que nadie querrá tener recuerdo.

Fuente: Engadget