500,000 cámaras serían compradas por el gobierno chino para instalarlas en la ciudad de Chongqing durante un período de tres años y así vigilar la ciudad contra el crimen, aunque se estima que la razón real sea para detener a quienes protestan en las calles por sus derechos y también a los activistas políticos y quienes se opongan al régimen de estado. Dichas cámaras habrían sido vendidas por la compañía americana Cisco.

Desde 1989 el gobierno americano ha sido estricto en relación a las compañías de su país que venden productos a China para ayudarla en la lucha a favor de la censura y el control de los opositores al gobierno del país asiático.

Por otro lado, la medida de Estados Unidos no incluye los sistemas de vigilancia, como las cámaras que comercializa la compañía Cisco. China planea, con la ayuda de Cisco, implementar un ambicioso proyecto de vigilancia que cubrirá un área 25% más grande que la ciudad de Nueva York.

Fuente: activistnews