Me aseguro de poner la fuente al final de todas mis notas. En serio que me he preocupado y seguro que muchos blogueros también, es que en el estado de Oregón se ha sentenciado a una bloguera a pagar 2.5 millones de dólares por no querer revelar sus fuentes.

Un blogger no es un periodista, al menos eso es lo que cree el juez y por eso ha sentenciado a Crystal Cox. Crystal tenía acusaciones en una nota publicada en su blog y no puso las fuentes que confirman lo que ella escribe, por eso se le sentencia.

"Un buen periodista nunca revela sus fuentes", decía un buen profesor mío en mi primer año de la universidad, pero Cox no puede recibir protección como periodista porque si nos basamos en las leyes de protección de fuentes para periodistas: “Cox no ha podido probar que las denuncias en su blog son verdaderas y no actos de difamación, así como tampoco puede transferir la responsabilidad a otra fuente y librarse de la culpa”, afirma el juez federal Marco Hernández.

Seguramente tienes curiosidad y quieres saber de qué trata la publicación de Crystal Cox. Te comento que ella escribió acerca de un caso de fraude fiscal por parte de Kevin Padrick (abogado), el que habría sobornado y además estafado a periodistas y jueces mediante la firma Obsidian Finance Group. “Conté la historia de otra gente como una periodista pero me niegan el estatus de un profesional de medios”, comentó la bloguera al diario The Oregonian.

Fuente: Seattle Weekly