Un juez en Maine ha determinado que un banco que permitió a hackers robar más de 300,000 dólares de la cuenta en línea de uno de sus clientes no es responsable por la pérdida del dinero, indicando que el cliente debió tomar precauciones para proteger las credenciales de su cuenta.

El Juez Magistrado John Rich falló a favor del Ocean Bank. Este caso ha levantado cuestionamientos sobre cómo las instituciones financieras proveen seguridad para las cuentas de sus clientes. En los últimos años, pequeñas y medianas empresas en los Estados Unidos han perdido cientos de millones de dólares por estas actividades de hackeo, conocidas como transferencias fraudulentas ACH (Automated Clearing House).

Según la demanda, el cliente habría acusado al Ocean Bank por no hacer nada al respecto a pesar de haber alarmas dentro del sistema de transferencias bancarias. El cliente habría sido atacado por un malware escondido dentro de un mensaje de email que habría llegado a sus empleados y con el cual, una vez instalado, se obtuvieron las contraseñas para ingresar la cuenta del cliente afectado.

La ley no pide a los bancos implementar la "mejor" seguridad disponible para proteger a sus clientes, y además los bancos son claros en ofrecer los términos de sus servicios con respecto al nivel de seguridad ofrecido a los clientes al afiliarse, así como también el monto a reembolsar de producirse un robo de una cuenta. Fue por ello que se determinó que el cliente en este caso fue quien incurrió en la falta al no proveer mejor seguridad a los credenciales de su cuenta.

El FBI está investigando tratando de terminar con la ola de ataques de hackers usando las transferencias ACH.

Fuente: gizmodo