Los apasionados a los fierros están de duelo. La era del genial, extraordinario, sorprendente, asombroso y todos los demás calificativos que le quieran poner al Bugatti Veyron se ha terminado. Es el fin de un súper auto que ostenta un impresionante récord: lograr una velocidad de 407 km/h. Inalcanzable.

No recuerdo exactamente en qué fecha me empecé a interesar por los autos, pero creo que desde que me volví un fanático, el Bugatti Veyron ha sido uno de mis favoritos, y por eso siento mucha pena al contarles esto.

La empresa ha anunciado el fin de la producción de estos poderosos súper autos, luego de casi siete años desde su salida al mercado. No sé si ustedes hayan tenido la oportunidad de ver alguno de los 300 Bugatti Veyron producidos desde 2005, pero en caso lo hayan hecho, los envidio como no tienen idea.

Solo para que se den cuenta de toda la potencia del Bugatti Veyron, les cuento algunas de las características que lo llevaron a convertirse en el auto más veloz sobre la Tierra: Un inmenso motor W16 (dos motores V8 unidos por un cigüeñal) de 7.993 cc y cuatro turbocargadores, con una potencia de nada menos que 1,001 caballos de fuerza. Increíble.

Un dato más sobre esta leyenda del automovilismo: Los neumáticos del Bugatti Veyron, si es que fuera conducido a su máxima velocidad, no durarían ni 15 minutos, debido al desgaste que se les proporcionaría.

En fin, no sé cuánto tiempo más pase para que se desarrolle un súper auto más veloz que el Bugatti Veyron, pero de hecho que este modelo quedará en la historia.

Por cierto, es mentira que nunca vi un Bugatti Veyron. De hecho, tengo uno en casa. A escala, pero igual cuenta como Bugatti Veyron, ¿no?

Fuente: Left Lane